Capítulo 3: Amanecí sin ti,como si tu existencia fuera una ilusión.

Abro los ojos poco a poco,acostumbrándome a la luz de la mañana.Veo que mi persiana está subida y que los rayos de sol se filtran por ella;buenos días,mundo.No tengo ningunas ganas de salir de la cama,y menos de enfrentarme,otra vez,al instituto.No tengo ningunas ganas de que nuestro nuevo profesor diga mi nombre en la lista de alumnos,delante de todo el mundo,y yo tenga que responder como una boba con un "sí".El instituto es terrible,un ecosistema salvaje,en mi opinión.¿Por qué no podría durar el verano para siempre? Qué asco.¿No se da cuenta el gobierno de que no necesito a un grupito de adolescentes imbéciles para sentirme bien,para ser feliz? Bueno,en realidad no es que necesite muchas cosas para ser feliz.La mayoría de las cosas que tengo alrededor me sobran;es más,la mayoría ni las utilizo en muchísimo tiempo.Pero bueno,esta es mi vida y yo soy Ahley Stephenson.La verdad,nunca he sabido con certeza porque me pusieron Ahley.Ahley,Ahley,Ahley.Me definiría como alguien susceptible,y muy,muy cabezota.Nunca paro hasta conseguir lo que quiero,por mucho que cueste.Físicamente soy normal,como una persona más en este enorme mundo en el que convivimos los seres racionales:tengo el pelo rubio,o mejor dicho,castaño dorado,tengo los ojos verde mar y soy de estatura media,terriblemente corriente.Mi instituto está lleno de salvajes,imbéciles,chicas estúpidas y gente que,al menos,merece la pena conocer:el Lincon State High es todo un reto.Tengo mis motivos:es lógico que no quiera volver al instituto.Mi mejor amiga se llama Can,de Candelly,un nombre un tanto peculiar.¿Candelabro? En fin,da igual,el caso es que es mi mejor amiga.Tiene el pelo negro,negrísimo,como si viniera de Alaska;aunque la verdad es que es de Canadá,por lo que tiene su explicación.Tiene los ojos claros,clarísimos,muy diferentes en comparación con mis fuertes ojos color mar;esos ojos color cielo que te engatusan,y te hacen ser automáticamente simpática con ella.Ella,en cambio,es bastante alta;a primera vista se podría decir que no nos parecemos en nada,pero en el fondo,somos iguales.A las dos nos gusta nadar,dibujar,bailar,correr y sobretodo,Linkin Park.Nos gusta la misma música,lo que nos terminó de unir totalmente.Aparto todos los pensamientos de mi cabeza,aparto todas las mantas y me levanto de la cama.Pongo a un lado de mi gran ventana las cortinas rojas como una puesta de sol y miro por la ventana:gente que se apura para no llegar tarde al trabajo,niños que se preparan para el primer día de colegio,gente por la calle comprando el pan,el periódico,o churros con chocolate.Con lo que me apetecen ahora unos churros.En fin,es el primer día de instituto,no me puedo quejar.Todo tiene que salir mal.Me abro paso a trompicones por mi habitación hasta llegar al armario:lo abro,y mi mente se llena de dudas.¿Qué se supone que me tengo que poner? Remuevo y remuevo los cajones,saco millones de conjuntos y los tiro todos a la cama.¿Y ahora que? Al final opto por una camiseta de tirantes rosa fucsia y la típica falda alta de flores que tiene todo el mundo:ese es un detalle que me suele importar poco,la verdad.A mí me encanta esa falda de flores rosas,lilas y blancas.De zapatos me pongo unas bailarinas en tonos pastel,rosas claro.Me lo pongo todo y voy hasta al baño,un cubículo generalmente pequeño con las paredes rojas y de lunares lilas.Me encanta mi habitación,sin duda.Me peino un poco,me recoloco la falda y bajo las escaleras que llevan al piso de abajo.Cuando llego a la cocina,mi madre está haciendo tostadas y café.Al verme,me saluda y sonríe.

-Hola,cariño,¿lista para tu primer día?-dice sin perder la sonrisa en ningún momento.

Suspiro.Si ella supiera...

-La verdad es que no.Tengo que ir a la fuerza.-contesto sin demasiado entusiasmo.

Mi madre se ríe.Ella a mi edad estaba deseando ir al instituto.Claro,la entiendo perfectamente.Qué tiempos.No entiende como no quiero volver a esa magnífica cárcel.

-Que te vaya bien.Y date prisa,que vas a llegar tarde.-me dice apurada,pero sin dejar de sonreír.

-Que sí,que sí.-respondo cansada.

Me tomo rápido media taza de café y dos tostadas y media,le doy un beso a mi madre y salgo por la puerta de mi casa.Con la mochila a cuestas,tengo una visión totalmente diferente de las cosas tal y como las veía en verano.Ahora toca trabajar.Ahora toca instituto.Instituto.La sola palabra me harta,y eso que aún ni ha comenzado el curso.Doblo la esquina a la derecha y camino a paso rápido por la calle que lleva al instituto.La que me espera.Ojalá siempre fuera verano.Ojalá.

-¡Ahley,espera!-dice una voz detrás de mí.

Me giro.Veo a Can correr hacia mí como puede,con su gran bandolera llena de libros y sobresaliéndole papeles por todas partes.Nada más llegar adonde estoy yo,me abraza.Cuando nos separamos,me sonríe.Tiene el pelo tan negro,tan oscuro como el azufre como siempre:tan como es Can.Va vestida con un mono amarillo limón y unas sandalias de tiras moradas.Ella es lo único bueno del instituto;si no fuera por él,nunca habría conocido a Can.Estoy sumamente agradecida al instituto por este tipo de cosas.Caminamos la una al lado de la otra a paso rápido y hablamos sobre nuestras vacaciones y nuestra opinión sobre volver al instituto:un completo fallo en nuestras perfectas vidas.Cuando llegamos a la puerta del instituto,jadeantes,esquivamos como podemos a los alumnos que están sentados en las escaleras y vamos adonde están las taquillas.Nos despedimos y nos vamos cada una a nuestra taquilla hasta que comiencen las clases.Cuando estoy a medio camino,caminando entre la multitud,noto que choco con alguien y que se me cae un libro de las manos.Me agacho para recogerlo,y,de rodillas en el suelo,me encuentro con la mirada de otra persona,una mirada de ojos color avellana que me perfora por todo mi ser:siento como me muero,siento como si nada ni nadie existiera además de nosotros.Nuestras manos se tocan al recoger el libro,siento su mano cerrándose encima de la mía,como si el destino nos hubiera unido así.Me da la mano y me ayuda a levantarme.

-Perdona,lo siento mucho.-dice el chico de los ojos color avellana avergonzado.

Me río.Pobre chico.

-No pasa nada.Me llamo Ahley.-digo sonriendo.

Le tiendo la mano y él me la estrecha como quien no quiere la cosa,como si nos conociéramos de toda la vida.Dios mío.

-Yo me llamo Danny.Están a punto de comenzar las clases,me tengo que ir.Ya nos veremos.-dice,tan solo,y sonríe.

Me quedo allí en medio,sola,en el pasillo,naufragando en la maravillosa sonrisa de aquel misterioso chico.¿Enamorada? ¿Ella,Ahley Stephenson? Imposible.Es solo una mirada.Es solo un chico más de los cientos que hay en el instituto.No,estoy segura de que no es tan solo uno más.Él era diferente.Él era especial.Había algo en su mirada...En fin,dejémoslo.Suena la campana,y,mientras me dirijo a mi clase,solo tengo un pensamiento en la cabeza:volveré a ver al chico de la sonrisa maravillosa,cueste lo que cueste.

Katdy Mellark.